La noche y el silencio del agua

Sé que no es el mejor día para inaugurar el blog. Estoy desmoralizada. La sensación de permanecer siempre a la sombra de otras personas, de no estar a la altura, me hace recordar a Salieri. Pensamiento bastante ególatra por mi parte; compararme con un genio de la música que tuvo la desgracia -o la fortuna- de ser coetaneo del todopoderoso Wolfgang, no demuestra mucha humildad.

Sin embargo, no pretendo identificarme con un genio eclipsado por los superdotados del arte, sino como un ser inadaptado al mundo del arte contemporáneo y condenado a la Restauración-conservación (ahora se escribe con guión, como concepto inseparable ¿sabeis?)

Tras mi experiencia de hoy y atacado una vez más mi ego de Narciso, pensé en eliminar el blog y eliminarme a mí, por tanto, dedicando mi trabajo a un tiempo invertido únicamente en conseguir sacarme una carrera.

Antes de esto, tenía mis dudas sobre si debía o no crear este blog, sobre si debía o no exponerme. Sigo pensando que es un error, ahora más que nunca. No creo que le interese a demasiada gente. Supongo que sólo a mi gente (o al menos a ellos, eso espero). Tomada la decisión de no eliminarlo... a ver que "obra" tengo el valor de subir ahora...